La verdad de la vida es progresiva.
La gente siempre habla de encontrar el sentido de la vida, pero en realidad lo que buscan es la experiencia de la vida.
Cuando hablamos de cómo la vida es terrible y no sabemos por qué debemos hacer algo, parece que todo no tiene sentido. Tal vez podamos seguir el ejemplo de Frankl y reformular la pregunta. En lugar de preguntar: "¿Qué puede darme la vida?", deberíamos preguntar: "¿Qué puedo crear para la vida?".?"
Imagínese cuando una persona sigue preguntando: "¿Qué me puede dar la vida?" Su estado de vida es como un mendigo que mendiga constantemente con ambas manos, incapaz de ver lo que ya tiene, solo esperando que otros puedan darle algo..
Pero cuando dejamos de preguntarnos "¿Qué me puede dar la vida?" y comenzamos a preguntarnos "¿Qué puedo crear para la vida?", la iniciativa vuelve a nuestras propias manos. No importa las dificultades que enfrentemos, tenemos la capacidad de crear algo para la vida.e.
Entonces, cuando nos encontramos con problemas y desafíos, debemos pensar en lo que la vida quiere de nosotros en lugar de pensar en lo que queremos. La vida nos da estos desafíos para crear algo de nosotros.
En tu vida, tú creas el significado. Lo experimentas y lo creas abriendo tu corazón y sumergiéndote en la vida. Si le das este derecho a otra persona para que lo controle, pierdes tu libertad.
El significado se resume a través de la experiencia, y el significado acompaña a la experiencia. Cuando sientas que algo tiene significado, creerás que es la verdad. Pero a medida que pasa el tiempo, el significado cambia continuamente, al igual que la verdad.
Con suerte, nunca encontraremos la respuesta.
Al mismo tiempo, debemos seguir explorando...
La mente siempre quiere encontrar una respuesta única.
La vida es más grande que la respuesta.
La vida no es un problema a resolver;
es un misterio que se revela.