No hay necesidad de perfección

Cuando nadie se siente mal frente a otra persona, está dispuesto a escuchar los consejos que le da. Una persona solo quiere escuchar a otra persona cuando se siente valorada.

    Deje que los niños crezcan a su propio ritmo y use la energía gastada en los niños en sí mismos, nutriendo a los niños con "bendiciones".

    De hecho, la forma más efectiva de ayudar a los niños a progresar es descubrir sus fortalezas. Cuando una persona recibe una afirmación positiva, está más dispuesta a cambiar.

    Antes de hablar con un niño, hágase dos preguntas:

    1. ¿Esta conversación mejorará o debilitará el poder del niño??
    2. ¿Mi relación con el niño mejorará o empeorará después de esta conversación??

    Después de hacerte estas dos preguntas, te calmarás, tendrás respuestas más claras dentro de ti y luego podrás ayudarte a decir palabras positivas y efectivas y tomar acciones efectivas.

    Los niños son como semillas, y la semilla siempre tiene la naturaleza de convertirse en un árbol imponente. Y los niños naturalmente tienden hacia la bondad, el progreso hacia arriba, la autotrascendencia, el crecimiento personal y el deseo de crear más valor para ellos mismos y para los demás, convirtiéndose en su ser único...

    Imagina que siembras una semilla en la tierra. Si hay condiciones favorables, como suelo, aire, agua y nutrientes, la semilla seguramente se convertirá en un árbol imponente. Por el contrario, si siembras la semilla en una pared, no germinará.
    Como padres, es fundamental que cultivemos estos campos y entornos para que nuestros hijos se conviertan en ellos mismos. Sin embargo, muchas veces las acciones de los padres se convierten en obstáculos para que esta semilla se convierta en un árbol imponente, siempre pensando en manipular a sus hijos para que se conviertan en lo que ellos esperan.
    En este momento, a menudo pienso en una frase que mi maestro, el Dr. Stephen Gilligan, solía decir: "¡Lo siento! ¡Su hijo no tiene tiempo porque está ocupado convirtiéndose en él mismo!"

    

    Milton Erickson dijo: Cuando el deseo interno de una persona no es escuchado, desarrollará neurosis.

    Por lo tanto, escucha los síntomas porque allí hay un anhelo que no se ha visto ni escuchado. Disminuya la velocidad, relájese, traiga su atención, enfoque, asombro y sumisión a ese lugar, y luego recibirá una sabiduría más profunda en su vida, incluso sobre los síntomas de los niños.

    La razón por la que sufrimos es que no escuchamos el anhelo en lo más profundo del dolor. Una vez que la escuchamos, hacemos algo por ella, hacemos un compromiso maduro y asumimos la responsabilidad de nosotros mismos, nuestras vidas avanzan.

    Cuando hacemos esto por nosotros mismos, podemos saber cómo eliminar los obstáculos que nos impiden convertirnos en árboles imponentes, y nuestra espiritualidad puede florecer en este mundo.

    Cuando sabemos cómo hacerlo por nosotros mismos, podemos hacerlo por nuestros hijos. Podemos llegar a comprender que las profundidades de nuestros problemas no son realmente problemas, los puntos más profundos de nuestro dolor no son solo dolor, y las profundidades más profundas de nuestra tristeza no son solo tristeza sino también donde nuestra espiritualidad comienza a florecer. Cuando practicamos abrirnos a nosotros mismos, tenemos la oportunidad de eliminar los obstáculos a nuestro crecimiento y permitir que nuestra espiritualidad florezca en este mundo. Así que tal vez la apertura es nuestra única esperanza.

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